Las sensaciones surgen por el contacto de los sentidos con sus respectivos objetos.
El ojo capta, interpreta y reconoce objetos visuales de acuerdo a la memoria de lo ya visto. La lengua capta,... sabores. El oido capta,... sonidos, etcétera. El sentido perceptual (mano vijñana) sirve como base de datos para los cinco sentidos físicos, y además, está sujeto al sistema operativo que hace posible la función sensorial de interpretar, reconocer y valorar, condicionado por los sankharas o configuraciones emocionales negativas, generando así la experiencia de sensaciones agradables, desagradables o neutras. Vale citar aqui el refrán popular para ilustrar como queda condicionada nuestra percepción por experiencias traumaticas desagradables, "al que lo mordio macagua, bejuco le para el pelo".
Las sensaciones agradables hacen surgir la emoción o fuego de la avidez, es decir, de desear insaciablemente el objeto que las estimula. Las desagradables hacen surgir odio, aversión, rechazo, y todo lo concerniente a ese fuego que desea insaciablemente destruir el objeto que las estimula. Las neutras surgen emparentadas con la ignorancia y, por supuesto, nos dejan aburridos y sin ningún interés.
Cuando logramos contemplar las sensaciones con atención sabia y objetiva, sin dramas ni reactividad, comprendiendo claramente que son un proceso resultante de acciones del pasado, nos vamos liberando del poderoso influjo de los sankharas que oprimen nuestra mente.
Los sies sentidos están arraigados en el cuerpo físico, y por lo tanto, cualquier estímulo sensorial generará reverberaciones corporales. Por esta razón, en la meditación enfocamos toda la atención en el cuerpo para discernir el tono emocional de las incontables sensaciones táctiles, que delata la presencia de los sankharas. Manteniendo la quietud con aceptación y clara comprensión de lo efímero, logramos equilibrar, serenar y purificar la conciencia a lo más profundo.

Bienvenido a nuestro dojo de meditación donde vamos a compartir la enseñanza budista como marco referencial para la práctica de la meditación a través de la cual se logra una transformación profunda y radical de nuestra mente y la vida.