Mauricio y Tony deben pensar cómo vender unos terrenos que no valen nada, encuentran a un ingenuo quien se deja llevar mucho por lo que dicen las cartas y por causalidad, ve a Luisma con cartas y tras acertar una predicción de chiripa, lo considera maestro. Mauricio usará a Luisma para que el ingenuo compre los terrenos pero no se imaginan la sorpresota que les espera.
Eugenia no quiere ir a la fiesta de sus amigas con su hija Aida, por lo que le rogará a Paz que sea ella quien le acompañe y se haga pasar por ella. Aida, la verdadera Aida, se dará cuenta del tremendo desaire que le ha hecho su madre y buscará venganza, pero no se da cuenta el verdadero y triste motivo de Eugenia.
Lorena y Jonathan rompen un florero valioso de Aida pero ninguno quiere echar la culpa al otro, por lo que Aida estará decidida a encontrar al verdadero culpable y aunque al inicio sus hijos se pasan de listos, esas sonrisas no les durará mucho tiempo.