It was never so easy to get YouTube subscribers
Get Free YouTube Subscribers, Views and Likes

Vídeo prueba del Audi Quattro: lo cambió todo

Follow
Rubén Fidalgo

Hoy vemos al Quattro como un éxito inmediato, pensamos que nada más tomar la salida ya ganó todo, pero no fue así, fue un proyecto muy meditado y que exigió mucho trabajo y mucha insistencia hasta llegar a donde llegó. Todo el mundo reconoce a Ferdinand Piëch como uno de los pilares sobre los que se forjó la leyenda del Quattro original, pero en su desarrollo tuvieron más peso Jörg Bessinger y Walter Tresser.

Treser era un ingeniero aeronáutico, fichado para el desarrollo de proyectos especiales por Audi y sobre él también cayó el peso de dirigir el equipo de competición de rallys de la marca. Para ponernos en contexto, a finales de los años setenta la cúpula de Audi decide que es el momento de poner toda la carne en el asador para relanzar la marca y posicionarla definitivamente como una alternativa capaz de medirse de tú a tú con Mercedes y BMW.

El primer paso fue ponerle un turbo al motor de 5 cilindros en línea presentado en los Audi 100 C2 y lanzar al mercado el Audi 200, una especie de tope de gama vitaminado del 100, repleto de equipamiento, mejores acabados y una estética que llamaba la atención por su frontal con 4 faros rectangulares enmarcados en cromo y unas preciosas llantas de aleación de color dorado de 15 pulgadas, elementos que también estarían presentes en el Quattro, el otro pilar en el que se iba a sustentar el relanzamiento de la marca.

Un concienzudo programa deportivo que demostrase la supremacía tecnológica de Audi fue la gran apuesta para que el nombre de la marca sonase en todo el mundo, y especialmente en EE.UU. donde era una desconocida y donde estaba el mayor mercado de automóviles del planeta y donde empezarían a desembarcar en las competiciones más legendarias del país: Pikes Peak y las IMSAGTO.

Tresser hizo un excelente trabajo en el desarrollo del Audi Quattro y consiguió que una especie de Frankenstein basado en la plataforma del popular Audi 80, con el motor turbo del Audi 200 y un sistema de tracción evolucionado del VW Iltis fuese realmente competitivo... y fiable.

Todo pintaba bien para Tresser, pero en 1981 cometió un error que provocó su despido fulminante y que de un plumazo se olvidase todo lo anterior... y todo porque en una de las habituales trampas que hacen casi todos los equipos buscando los límites del reglamento de competición, a los de Audi les cazaron.

Durante una de las etapas del Rally Acrópolis de 1981, uno de los jueces se dio cuenta de que algo raro sucedía con uno de los característicos faros delanteros del Audi Quattro. Unas veces había faro, y otras no.

Antes de que la organización tomase la decisión de revisar los coches del equipo de Audi, éste recibió un chivatazo de que les habían cazado. Sabían que si les revisaban los coches y encontraban la trampa serían descalificados en esa prueba y probablemente para toda la temporada o incluso la siguiente. Esto arruinaba por completo ese plan de llevar a Audi a lo más alto como marca, así que Tresser se vio obligado a dar la orden de parar a sus pilotos, que alegarían fallos mecánicos y se retirarían apresuradamente para volver a sus carpas y desaparecer por la puerta trasera sin hacer ruido.

La trampa era en realidad una trampilla. Lo que hicieron en sus coches fue esconder una entrada de aire adicional detrás de uno de los faros que aumentaba el caudal de aire que respiraba el turbo y también el que enfriaba el intercooler. Esto aumentaba la potencia del motor considerablemente. Cuando el coche estaba esperando para tomar la salida o ya entrando en el final del tramo cronometrado, un muelle levantaba la trampilla que imitaba la forma del faro, pero, a medida que el Quattro iba alcanzando más velocidad en los tramos más rápidos, la presión del aire vencía el muelle y el falso faro se abatía para dejar esa entrada de aire adicional.

De este modo, los Audi Quattro tenían una potencia extra justo en los tramos donde más partido se le sacaba a la potencia… en los más rápidos.

El despido de Tresser tuvo menos lag que los turbos de aquellos bólidos y Walter tuvo que dejar la compañía casi inmediatamente. Obviamente nunca se sabrá si el motivo del despido fue haber hecho la trampa o haber sido descubierto… que cada quién saque su conclusión. Su relevo lo tomaría Roland Gumpert.

Ya fuera de Audi, Walter Tresser fundó su propia compañía, consiguió algunos chasis de Audi Quattro y los modificó para transformarlos en unos convertibles de techo rígido articulado de estética más que cuestionable, pero que en la actualidad son muy deseados, precisamente por su escasez.

00:00 Presentación
01:00 Comienza la historia del Quattro
02:16: Plan maestro
04:10 La trampa en competición
05:50 El truco copiado por BMW
10:00 Interior
13:00 Maletero
13:55 Mecánica
19:25 conducción
31:21 Conclusiones
34:00 Despedida y ficha técnica

posted by xadcakelytxd