Orlando Gavidi, un inmigrante de 27 años, llegó a España con apenas 300 euros, durmió en las calles de Madrid y pidió comida para sobrevivir. Fue acogido por una ONG que alberga inmigrantes sin recursos. Después de haber trabajado en Mc Donald´s y como repartidor, Orlando tiene una cadena con 6 restaurantes en España y más de 30 trabajadores.

Esta es la sorprendente historia de un joven que estuvo al borde de la indigencia y que, siete años después, triunfa con Brutal 58, una cadena de comida callejera que creó perritos y hamburguesas para destacar en las redes sociales

Esta semana, la prensa y la televisión de España han difundido su impresionante historia. Sin haber estudiado, Orlando se dedicó a observar y trabajar. Aprendió desde cómo se servía una mesa hasta cómo se seleccionan a los buenos proveedores.

En su primer trabajo en la cadena de restaurantes Mc Donald’s ganó 327 euros. “Ese día llamé llorando a mi mamá y mi papá porque para mí, eso era muchísimo”, cuenta Orlando.

Acompañamos al joven empresario a su local y descubrimos que vende comida callejera al estilo venezolano a un público muy variado. Comenzó a Barcelona pero ya tiene locales en Valencia, Alicante y Madrid. Desde la apertura de su primer local, descubrió que las reservas se agotaban con rapidez.

“Creamos productos muy atractivos para Instagram. Hamburguesas y pepitos de medio kilo y de hasta un kilo”, explica Orlando.

El éxito le permitió un crecimiento que lo ha llevado a ser uno de los locales de comida rápida con gran acogida no sólo entre el público venezolano, sino también latinoamericano y español.

Ahora Orlando participa como ponente en el programa “De refugiados a emprendedores”, que da formación a otros emprendedores migrantes como él.