Crece el número de jóvenes en Venezuela que se quieren quedar en el país y que se resisten a ser inmigrantes y pasar las dificultades y penurias que han atravesado muchos de quienes han salido. Lo dicen los estudios y también los jóvenes en la calle. Cada vez más venezolanos creen que pueden conseguir opciones en su país, a pesar de la enorme crisis económica y política, de los bajos salarios y los deficientes servicios.

La cercanía con la familia es la principal razón, pero hay otras. Las nuevas generaciones ven un horizonte con mucho más futuro que el que percibían quienes abandonaron el país de forma masiva en la década pasada.

Nos preguntamos qué hay detrás del nuevo sentimiento de que en Venezuela hay (o habrá) oportunidades para los jóvenes. El gobierno despliega la campaña de “Venezuela mejora” y se apoya en influencers extranjeros. Y algunos entrevistados creen que esos nuevos aires son positivos para el país.

Para contrastar esa visión, también salimos a las calles de Madrid para preguntar a los venezolanos si regresarían y el resultado es completamente distinto. La gran mayoría se niega a volver a Venezuela y creen que todo es una patraña del gobierno y que los venezolanos que se quedaron necesitan creer que tendrán futuro y oportunidades.

A mediados de los noventa, el cantante venezolano Carlos Baute compuso una canción en la que aseguraba que se quedaba en Venezuela porque era optimista. Casi 30 años después, aquel himno de esperanza en un país mucho más deprimido, cobra significado de nuevo. Los jóvenes quieren creer que pueden surgir en su propio país.

Este es un reportaje que da voz a los jóvenes venezolanos que creen que el país mejorará, a pesar del gobierno. ¿Se equivocan o tendrán razón? Veamos...