Padre celestial, en este momento te traemos todas nuestras preocupaciones, miedos y dolores relacionados con la enfermedad. Sabemos que tú eres el Dios que sana, el Gran Médico que tiene el poder de restaurar la salud y renovar nuestras fuerzas.

Dios compasivo, te pedimos que extiendas tu mano sanadora sobre todos aquellos que están enfermos en este momento. Ya sea que estén luchando contra una enfermedad física, mental o emocional, te pedimos que les concedas tu paz y consuelo, que sientan tu presencia cercana en medio de su sufrimiento y que encuentren la cura de todas sus enfermedades.