El MG Metro 6R4 definiría la entrada de Austin Rover en el Grupo B, la controvertida categoría de rallyes que nos dejó una época plagada de grandes momentos, a la par que algunos de los mayores desastres de la historia de la categoría. Todo esto fue protagonizado por una serie de máquinas espectaculares, que pronto serían prohibidas en 1986, por una supuesta peligrosidad que trataron de inculcar los máximos dirigentes de la FIA, encabezados siempre por Jean Marie Balestre. Curiosamente, un par de años después de su desaparición, los Grupo A ya superaban los promedios de velocidad de estos peligrosísimos Grupo B. Sin embargo, con los Grupo A no hubo problema ni prejuicio alguno.

A principios de los años 80 la división deportiva de British Leyland decidiría relegar de los rallys al controvertido Triumph TR7 con motor V8. Uno de los motivos de la caída de este coche, y de otros tantos destinados a la categoría, fue la llegada de Audi y su tracción integral para la temporada 1981. Lejos de rendirse frente a lo que parecía ser un rival casi invencible, comenzaron a trazarse algunos planes para disputar de forma competitiva el nuevo escenario de rallys.

En este punto es de vital importancia mencionar a John Davenport, que había sido un copiloto de éxito que trabajó con celebridades como por ejemplo Vic Elford. A finales de 1976, John se unió a la British Leyland para gestionar sus coches de competición, lo que incluía también los programas de carreras destinados al Jaguar 5.3 Coupé, el Dolomite Sprint o el propio programa de rally TR7 ya mencionado.