El psicólogo Steven Pinker desarrolla en su obra “La tabula rasa” tres teorías acerca de la naturaleza humana profundamente sesgadas: la tábula rasa (o la pizarra en blanco), el buen salvaje (o noble salvaje) y el dualismo cartesiano (o fantasma en la máquina). Así pues, el presente documental tiene por objeto desgranar cuáles son las causas y consecuencias tanto de su confección como de su aplicación. ¿Estamos subestimando el papel de la genética en lo que a la conducta humana se refiere?
⌚ Línea temporal:
00:0002:02 Introducción
02:0205:27 El judeocristianismo
05:2714:29 Teoría de la tábula rasa
14:2922:16 Teoría del buen salvaje
22:1632:39 Teoría del fantasma en la máquina
32:3934:02 Conclusión
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La razón por la cual el ser humano esboza teorías acerca de su propia naturaleza es la destacable utilidad que proporciona la información concerniente al comportamiento de los individuos. En la microesfera de la vida privada, solemos poner en práctica dichos esquemas mentales para ganar amigos, influir sobre otras personas, criar a nuestros hijos y controlar la conducta, entre otras tantas y variadas empresas. En la macroesfera de la gestión pública, las premisas aceptadas con base en el aprendizaje y la motivación moldean las políticas del sistema educativo, sanitario y judicial, marcando así el pavimento de generaciones enteras. A la postre, las teorías de la naturaleza humana delimitan qué objetos, cometidos y objetivos pueden ser alcanzados fácilmente, cuáles requieren dolor, sacrificio y sufrimiento, e incluso los que son simplemente inaccesibles de partida. Al maquinar, construir y aplicar un modelo antropológico particular, es más fácil dilucidar hacia dónde hemos de dirigirnos tanto como individuos como sociedad. Por ende, éstos también inciden sobre los principios, creencias y valores por los que nos terminamos decantando: ¿Qué ristra de obligaciones y prohibiciones es la más adecuada? ¿A quién convendría premiar y a quién deberíamos castigar? Ante todo, ¿cómo podríamos construir un mundo mejor?

A luz de lo mencionado, mi cometido en el presente documental es proceder al análisis de los marcos teóricos más influyentes a lo largo de la historia apoyándome en las ideas de un psicólogo sumamente conocido en la actualidad: Steven Pinker. La tónica preliminar dentro de la obra del canadiense se caracteriza por el estudio de la teoría secular de la naturaleza humana. Concretamente, el autor destaca tres doctrinas capitales que, si bien han otorgado numerosos puntos de interés respecto al conocimiento del hombre, están repletos de serios errores conceptuales. En primer lugar, la teoría de la tábula rasa (o pizarra en blanco) propone que cada individuo nace con la mente «vacía», es decir, sin cualidades innatas, de suerte que todos sus conocimientos y habilidades provienen exclusivamente de un aprendizaje marcado por sus experiencias y percepciones sensoriales. En segundo lugar, la teoría del buen salvaje (o noble salvaje) recoge la creencia de que los seres humanos son bondadosos, desinteresados, genuinos, pacíficos y tranquilos en su estado natural y, paralelamente, que males como la codicia, la ansiedad y la violencia son producto de la civilización. En tercer lugar, la teoría del fantasma en la máquina (también denominada dualismo cartesiano o cartesianismo) sostiene una división entre el cuerpo – un aparato físico reducido a leyes mecánicas y determinado por el ambiente – y el alma – una entidad abstracta capaz de tomar decisiones y discernir la esencia de la moral.