La clasificación digital de imágenes posibilita la transformación de imágenes crudas (fotografías aéreas, imágenes de Satélite, etc.) en mapas temáticos que muestran información con un significado evidente.
La clasificación supervisada y no supervisada permite explorar diferentes tipos de atributos o clases por medio del análisis estadístico multivariado, este proceso identifica los valores de cada píxel de una o varias bandas de una imagen ráster, crea y evalua las clases o clúster (firmas), finalmente reclasifica de acuerdo a las probabilidades de cada clase. Este procedimiento es muy práctico para crear de forma automática un mapa de uso del suelo o de cobertura vegetal.
La clasificación de imágenes podemos agruparlas en dos técnicas:
a) Clasificación Supervisada, requiere la participación del analista que esté realizando la clasificación de la imagen de satélite, quien debe indicar las clases existentes en la imagen, a partir de la definición de unas áreas de entrenamiento (training áreas) en este caso a través de puntos, previo conocimiento del área de estudio.
b) Clasificacion no Supervisada: En este tipo de clasificación no se requiere conocimiento previo de la zona de estudio. La clasificación guarda relación con el valor relativo al color, al tono o al clúster (grupo o agrupamientos), para identificar clases o entidades. En este caso concreto, el analista deberá validar el resultado de la clasificación una vez esta haya sido llevada a cabo.
En esta segunda técnica de clasificación, la influencia que puede ejercer el operador es prácticamente nula, más allá de seleccionar el algoritmo de clasificación que va a utilizarse, se puede realizar este tipo de proceso cuando se va a realizar el trabajo de campo y se requiere contar con material cartográfico previo sobre uso del suelo y/o vegetación, para el reconocimiento de campo.