Santa Rita, patrona de Pueblo Nuevo, abre las puertas de este pueblo a los visitantes en el mes de mayo. Las aldeas vecinas bajan a dejar sus años, sus oraciones, sus productos agrícolas a este lugar tocado por un sabor colonial que se desprende de sus grandes casas con balcones, zaguanes, portones, aceras de ladrillo y empedrados. Todos se concentran en las dos calles que encuadran este espléndido lugar. Vemos ritos antiguos, ceremonias a dioses de la tierra, oraciones para la cosecha. Aquí se mantiene viva una de las tradiciones más antiguas de los Pueblos del Sur. Para llegar a él se asciende por un paisaje seco, que en poco tiempo cambia abriendo en los ojos una fortuna de colores, alternando el rojo de las piñas y el verdegris de los magueyes . En este pueblo y en sus aldeas se conservan alfarerías tradicionales, estructuras de agua antiguas en Horcáz, donde las iguanas van y vienen en los corredores de sus casas.