La sedición es un delito en el cual un grupo de personas se alzan mediante un levantamiento, una sublevación o una insurrección contra el orden jurídico establecido, contra el normal funcionamiento de determinadas instituciones o contra autoridades, funcionarios, corporaciones públicas, etc. Para ser considerado como sedición, este alzamiento debe ser público y tumultuario, es decir, caótico y desordenado y debe perseguir sus objetivos por la fuerza, es decir, de un modo violento o fuera de las vías legales.
Para ser considerado delito de sedición, el alzamiento deberá reunir al menos a 30 personas; en otro caso, se hablará de atentado, resistencia o desobediencia. Estos son los sujetos activos, mientras que los sujetos pasivos son aquellos contra los que se realiza el levantamiento, y pueden ser desde el Estado hasta la Autoridad, corporaciones públicas, funcionarios públicos, la provincia o el propio municipio.
Es importante no confundir este delito con el de rebelión, puesto que la sedición atenta contra el orden público, mientras que la rebelión contra el constitucional. Además, el delito de sedición es menos grave, ya que su pena máxima es de quince años, que es la pena mínima en el caso de la rebelión.

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