En principio, desde un punto de vista más oficial, se considera que el TDH está motivado por un trastorno de los neurotransmisores, concretamente de la dopamina, desde el control del lóbulo prefrontal del cerebro. Pero, tal como hemos visto en la explicación anterior, el equilibrio entre los cuatro puntos que hemos especificado del sistema nervioso puede provocar estos síntomas exactamente igual, por lo tanto, lo importante es que analicemos posibles causas que dificultan la maduración de este equilibrio del sistema nervioso, y pueden haber múltiples y ahí es donde tenemos que entrar. Por ejemplo, causas de tipo perinatal, niños que en el momento del parto están sometidos a estres, están sometidos a una a una amenaza de aborto. Esto afecta en la memoria de la amígdala, es decir, donde hemos dicho que en el cerebro inferior guardamos los recuerdos en el hipocampo desde el punto de vista emocional y por tanto ahí puede haber una alteración de la tasa de neurotransmisiones. Podemos encontrarnos también que un parto traumático pueda provocar determinadas compresiones a nivel osteópatico que provoquen núcleos de irritación, podemos encontrarnos también con niños prematuros, los niños prematuros, en general, son más hipersensitivos, quiere decir que los estímulos que les rodean les llegan con mayor intensidad reaccionando, por lo tanto, son niños tienen más dificultades de control, ya que este cerebro inferior es muchísimo más potente, energético y la maduración del cerebro superior se hace más difícil para alcanzar este equilibrio. Imaginemos también que hay causas de naturaleza psicoemocional ; estamos acostumbrados, aquí en la consulta, tenemos muchos niños adoptados que padecen conductas de falta de atención, que padecen conductas de hiperactividad. Se dice que es una comorbiblidad, etcétera. Sí, pero muchísimas veces si analizamos su historia, veremos que ya desde el principio estas alteraciones de tipo psico afectivo vinculadas al abandono, vinculadas al rechazo, han provocado unos mecanismos de defensa a nivel del circuito del estrés y es lo que se llama síndrome de estrés postraumático. Los signos del síndrome estrés postraumático se asemejan enormemente, en muchos momentos, a los del trastorno por déficit de atención. Por lo tanto, no debemos dejar de lado las causas de tipo psicoemocional, como tampoco debemos dejar de lado las causas de naturaleza sensorial.

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