Sesenta años de producción de frutas y verduras estandarizadas y de creación de híbridos industriales han tenido un impacto espectacular en su contenido nutricional. En los últimos 50 años, las verduras han perdido el 27% de su vitamina C y casi la mitad de su hierro.

Toma el tomate. A través de múltiples hibridaciones, los científicos producen constantemente frutos más rojos, más suaves y más firmes. Pero en el proceso ha perdido una cuarta parte de su calcio y más de la mitad de sus vitaminas. Las semillas que producen las frutas y verduras que consumimos son ahora propiedad de un puñado de multinacionales, como Bayer y DowDupont, que las poseen. Estas multinacionales producen sus semillas principalmente en la India, donde los trabajadores reciben sólo un puñado de rupias y la empresa factura más de 2.000 millones de euros. Un negocio globalizado donde la semilla se vende por más que el oro.

Según la FAO, en todo el mundo el 75% de las variedades cultivadas han desaparecido en los últimos 100 años. Pérdida de nutrientes, privatización de la vida, revelamos el gran monopolio de los industriales sobre nuestras frutas y verduras.