Javi Fuego rompía este lunes en SER Gijón año y medio de silencio voluntario, por respeto y por amor al Sporting. Ahora, meses después, no se ha cortado la lengua a la hora de explicar los motivos de su salida del club gijonés, del que responsabiliza totalmente al entonces director deportivo Javi Rico, que en versión del poleso "puso palabras en mi boca que yo nunca dije para intentar ponerme en contra de los compañeros". Se refiere Fuego al episodio del brote de contagios de COVID19 de las navidades de 2020. Según el ya exjugador, Rico le "señala", dejándole de "chivato" por supuestamente haber "dado cierta información sobre dónde y con quién estuvieron algunos jugadores, algo de lo que yo no tenía ni idea. Yo con 37 años no voy a aguantar eso. A partir de ahí, era imposible que yo tuviera más relación personal o profesional con esta persona", explicaba Fuego en SER Deportivos Gijón.
Ese fue el punto de inflexión de una relación que empezó mal, pero por otros motivos. "A nivel deportivo no fui de su gusto desde el primer momento, algo que es completamente respetable. Hizo alguna maniobra para que, tras mi primer año, yo saliera del Sporting. Cuando llegó David Gallego, tenía una información bastante sesgada de lo que era yo como jugador y como persona dentro del vestuario. Él recapacita y cambia de opinión; me hace sentirme un hombre importante dentro del vestuario y del equipo. A partir de ahí, la relación del director deportivo conmigo cambia", relataba Javi Fuego, hasta el episodio del COVID19.

Dolido por la forma de salir del Sporting, un riesgo que "sabía que asumía" cuando tomó la decisión de volver, a Fuego le queda la tranquilidad de mantener buena relación con sus excompañeros, que en aquella situación estuvieron puntualmente informados por él mismo "de lo que me pasaba, de cada llamada que recibía". El asturiano entendía que debía ejercer de autoridad dentro del vestuario, un rol que vio desempeñar a "Samuel Baños, Isma Piñera o Juan Díaz" cuando él llegó al primer equipo. "Lo que más me presta es ver a jóvenes con los que tuve cierto 'conflicto' dentro del vestuario y que ahora me llaman para comer. Todo lo que hice en mi vuelta fue por ayudar a los jóvenes y al club. Creo que lo hizo y ellos han recapacitado sobre esas discusiones que tuvimos y sé que ahora me valoran porque así lo demuestran".

La segunda etapa de Javi Fuego en el Sporting no fue como él esperaba, pero el asturiano tomó la decisión que debía tomar. "Sabía que asumía mucho riesgo volviendo al Sporting. Lo pensé muchas veces, pero el corazón me decía que tenía que acabar aquí y volver a vestir esta camiseta. Me parece que fue un acto bastante valiente por mi parte. Sabía que era una decisión difícil, pero estaba dispuesto a aceptarlo. Venía de una lesión difícil de rodilla y mi rendimiento el primer año no fue el esperado. No fui diferencial en ningún momento, aunque creo que aporté bastantes intangibles. El segundo año, ahí están los números: Creo que estuve disponible las 42 jornadas de Liga con 37 años. Habla por sí solo: da a entender la profesionalidad que siempre tuve".

Fuego revelaba también en la tertulia de SER Deportivos Gijón que si pudo volver al Sporting fue gracias al Villarreal, que tuvo "un comportamiento exquisito conmigo. Yo en ese momento tenía una oferta de un equipo de Primera, que además les daba más dinero por mi cesión. Venir al Sporting lo hace posible que el Villarreal pagaba el 75% de mi ficha. Yo les mendigué mucho", explicaba.