El hecho que Jesús estuviera dormido en medio de una tormenta tan fuerte, sugiere para nosotros confianza en Dios.
Es muy claro que Jesús es Dios, y el ejemplo es para que nosotros tengamos confianza en Él.
El Salmo 3:5 dice:
1. «Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene.»
2. (Proverbios 3:24) «Al acostarte, no tendrás temor alguno; te acostarás y dormirás tranquilo.»