Betsayda Machado nació al ritmo de la fiesta. Su historia y la del grupo musical que lidera es un homenaje a las raíces afrovenezolanas y a esa alegría de vida de su gente que ni la peor crisis sociopolítica logra ensombrecer. La Parranda El Clavo cosecha éxitos internacionales y los transforma en sonrisas, alegrías y solidaridad con la gente de su pueblo.

Diciembre es un mes muy especial para Betsayda Machado. En El Clavo, el pueblo donde se crió, en el centronorte de Venezuela, celebran la llegada de la navidad con las llamadas misas de gallo o aguinaldos. A los cinco años, ella comenzó a cantar con sus hermanas mayores: “El 16 de diciembre nos mudábamos a la iglesia”, recuerda, para entonar allí canciones navideñas tradicionales. Aunque en su pueblo suena música todo el año: El Clavo es conocido por las parrandas. Desde niña Betsayda tomó parte en estas expresiones rítmicas y de caracter alegre. Su voz excepcional la llevó a integrar reconocidos conjuntos musicales como Vasallos del Sol, hoy, Vasallos de Venezuela. En giras internacionales, como líder de La Parranda El Clavo, ha dado a conocer los vibrantes ritmos afrovenezolanos y la alegría de su pueblo al público de otras latitudes. Pero la parranda también permite tematizar el dolor que siente por la situación en su país. Entonces Betsayda canta “Me dan ganas de llorar”.
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