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En los años 40, Barcelona necesitaba un símbolo de progreso y modernidad, y lo encontró en la construcción de la Avenida de la Luz, la primera galería comercial subterránea de Barcelona y de Europa.

La estación se construyó en un tiempo récord de solo un año con un innovador método de construcción llamado "cut and cover", que consistía en excavar un túnel bajo la superficie y luego cubrirlo con una estructura de hormigón. El interior de la estación estaba dividido en dos pisos: el segundo, albergaba los andenes de la estación del tren.

La estación subterránea de la plaza de Catalunya fue inaugurada el 24 de marzo de 1929, justo a tiempo para la Exposición Internacional. El primer piso albergaría en el futuro la galería comercial, que todavía estaba en obras. En 1932, el túnel se amplió con los pasillos de enlace entre el metro Transversal y el Gran Metropolitano.

En 1936, Barcelona estaba luchando contra los rebeldes sublevados. Cuando se iniciaron obras en la calle Pelayo para enlazar los túneles del Metro Transversal en la Plaza de la Universidad con el Ferrocarril de Sarrià en la Plaza de Cataluña.

Además había que crear una vía subterránea para transportar armamento y explosivos desde el centro de la ciudad hasta los túneles de la Avenida Tibidabo, en la parte alta de la calle Balmes.
Las obras se encontraban en un estado avanzado cuando la guerra terminó en 1939.

Años más tarde, en 1953, se cegaran los túneles..! pero se conservó un tramo!. El empresario Jaume Sabaté i Quixal, tuvo la idea de acondicionarlo y darle un nuevo servicio. Tenía un sueño muy ambicioso: Abrir una ciudad comercial subterránea que iría desde la calle Balmes, atravesando por el subsuelo la plaça Catalunya y llegaría hasta la plaça Urquinaona.

El nombre de las galerías no era por la abundancia lumínica que exhibía, sino porque el proyecto de la “Ciudad de la Luz” contó con el patrocinio de la Barcelona Traction, “La Canadiense” que daba la electricidad a los Ferrocarriles de Sarrià y que en los años cuarenta actuaba en Barcelona a través de la Compañía Barcelonesa de Electricidad.

El diseño del espacio lo llevaron a cabo los ingenieros Conde, Foch i Ríos. Las obras duraron sólo cuatro meses, costaron 30 millones de pesetas. Se inauguraron el 28 de julio de 1940 bajo la calle de Pelayo, ...entre el Café Zurich y el cruce de Balmes con Bergara. La calle Pelayo era de las más comerciales. Aquí estaba la nueva sede de los almacenes El Siglo y El Águila.

Las galerías tenían unos 2000 metros cuadrados, una longitud de 175 metros y una anchura de 10. En su interior, se encontraban 68 establecimientos entre ellos, por ejemplo, un local para el Centro de Cultura y Conocimiento (CCC) y un pequeño estudio de radio de Radio Nacional de España junto a la entrada por la calle Balmes (1943).

El empresario Pere Balañá, al que hemos dedicado un video, no quiso perder la oportunidad de abrir su primer cine en un lugar tan céntrico y comercial. Lo gestionó su hijo. Pagó por el 400.000 pesetas. El 1 de enero de 1943, se inauguraba el “Cine Avenida de la Luz” con un programa especial dedicado a Walt Disney.

En poco tiempo Balañá será el propietario de numerosos cines de la ciudad. Era todo tan nuevo y tan pulido que los barceloneses lo llamaban “la bombonera”.

La Avenida de la Luz causó un gran impacto en la ciudad de Barcelona. En sus primeros años, llegó a ser visitada por hasta 60.000 personas al día. El ayuntamiento le concedió la categoría de Atracción Turística (1949).

En 1952 se presentó un proyecto monumental que incluía un aparcamiento para 500 coches, se levantaría hacia la superficie un edificio de cinco niveles en forma de tronco de pirámide y en lo alto se situaría un helipuerto para los desplazamientos al aeropuerto.

En el subsuelo se instalaría un palacio de espectáculos y otro de deporte con piscina olímpica y una pista de patinaje sobre hielo. Una idea demasiado cara y utópica para haberla llevado a buen puerto en aquellos años de carestía.

En las galerías, el barcelonés encontraba todo para su día a día: restaurantes, bares, la sastrería de la familia Carceller, un local que hacía copias de llaves, Deportes Martín de los futbolistas del Barça Martín y García que después se convirtió en la armería Beristain, una barbería, un estanco, el colmado Fortuny con sus vinos y turrones, revelado de fotos, duchas públicas...Máquinas de Coser Sigma...

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