Es un gran privilegio experimentar este tipo de gozo y gratitud, que motivaban las oraciones de Pablo en la prisión. No eran oraciones de desesperación por el encarcelamiento, eran oraciones de gratitud y gozo, los cuales superaban la tristeza de la prisión. El gozo y esperanza que traen el despertar a la realidad del evangelio y la vida eterna, superan por mucho las satisfacciones que este mundo ofrece y nos hacen menospreciar las aflicciones de este mundo también.

Para los que amamos al Señor y hemos decidido seguirlo, tenemos la seguridad de que Dios completará la obra que empezó en nosotros.

Con esta confianza dispongamos nuestro ser para que esto sea una realidad, buscando crecer en amor, en el conocimiento de Dios y en el discernimiento de su voluntad, escogiendo este camino (lo más excelente) sobre cualquier otra cosa a la que seamos tentados a dedicar nuestras vidas.

Escogiendo lo mejor a su vez, se cumplirá un doble objetivo en nosotros: Seremos preparados para nuestro encuentro con el Señor al final de nuestras vidas (llenos del fruto de justicia), y nuestro estilo de vida, prioridades en la vida y constante crecimiento en amor servirá para gloria y alabanza de Dios, pues Dios es glorificado cuando nosotros preferimos disfrutar de su presencia, su amor y su Señorío sobre cualquier otra cosa que este mundo ofrece.

Les invitamos a escuchar, compartir y SUSCRIBIRSE.
Gracia y paz a vosotros.

Texto: Filipenses 1:311
Predicador: Pr Nicolas Peña Saavedra.